26 nov 2021

To list or not to list

Enumerar. La palabra list en inglés puede ser sustantivo o verbo, pero en el segundo caso parece que se traduce mejor por enumerar que por listar. Enumerar o no enumerar, esa es la cuestión.
Ligada a mi entrada del viernes anterior, ese asunto me viene recurrentemente a la quijotera. Quiero un nuevo ordenador pero también una nueva ordenación. Necesito saber cómo voy a colocar mis carpetas nuevas para evitar que se repita el desorden en que he convertido todos mis HD anteriores. Debo hacerme un mapa claro, antes.
Me planteo si el heptablogging que he practicado este año puede tener su propio espacio aparte de lo demás, y es posible que así sea, si bien tengo claro que los jueves dejaré de recopilar en Twitter lo que subo durante la semana.
Será de una u otra forma, pero igual que la CDU de Dewey o las diversas 1001 o las siete y más artes o las cuatro monturas o los tantos dispositivos, mi nuevo disco duro debe serme también una nueva cocina, pero para alimentarme -esto es, hacerme crecer- de forma más sana y sostenible.

19 nov 2021

Buscando un nuevo aparato

En esas me veo. Mi ordenador está gagá. Ya me hace pasar más tiempo en el waiting, waiting, waiting que en la world wide web. Por eso ando buscando un nuevo aparato. Miro y me mareo mirando, pues las opciones deben ser lo que se dice económicas. No puedo tirar ni el ratón por la ventana. A ver si con lo del viernes negro ese hasta encuentro una buena oferta... Seguiré tecleando, sea como sea. Odisea de lo que sea, ya digo.

12 nov 2021

Neil, el siempre joven

Hoy 12 de noviembre Neil Young cumple 76 años. Lo he sabido al clicar en una imagen de instagram que voy a introducir en esta entrada.



Me ha hecho pensar en eso de llamarse Young, en lo de serlo o no, en cómo de joven era yo cuando descubrí a tal artistazo canadiense, en que cuando lo vi en vivo a finales de los ochenta él ya era cuarentón y yo aún veinteañero...

También pienso en el Neil personaje, de la serie de "Els Joves" que emitió la tele pública catalana. El Neil que interpretaba Nigel Planer era el tranquilo e inofensivo jipi, en comparación con sus colegas punkis, jevis y jetas. Ese Neil que parodiaba con ese nombre las melenas largas del Neil Young más joven.

Aunque Neil Young nunca dejó de rasgar su guitarra con una calidad bien propia, no dejó de sorprender y como un Picasso transitó por distintos sonidos, experimentos, aventuras... hasta el día de hoy. No hace tanto que pude disfrutar de Paradox, electrizante film dirigido por Daryl Hannah, quien en 1982 fue la replicante Pris que hacía saltar chispas en Blade Runner, y que desde hace unos años es pareja del músico que hoy sopla velas.

Pienso en cómo la idea de juventud me trae a la vez a la mente la idea de fuerza y la de fragilidad. Porque tras la apariencia siempre hay otras capas. Nada tan mítico como aquello de brillar con doble intensidad si se brilla la mitad del tiempo. Nada tan triste como despedir del presente a alguien más joven que uno, pues en principio esa persona tenía mucho más futuro que uno.

Pienso en Neil Young y también pienso en Xavi, un compañero de colegio que fue la primera persona que me enseñó una guitarra eléctrica. La tenía en su casa. Era un crack, siempre en movimiento, deportista, músico, superfiestero, alegre... nadie tenía en el aula más vida que él. Un accidente absurdo se nos lo llevó, cuando hacíamos primero de bachillerato -lo que hoy es, creo, tercero de secundaria obligatoria. Cada vez que recuerdo su sonrisa pienso en lo frágiles que somos siempre. Siempre y todos y todas.

Quedan ahí las canciones, los relámpagos, la tormenta que es la vida, todo a la vez, recuerdos, planes, adaptaciones, sueños... en algún otro post, de los muchos que se dedican a Neil Young hoy, se pregunta por nuestra canción favorita. Me cuesta decidirme, pero hoy podría ser esta : Long May You Run...

5 nov 2021

Remember remember...

...the Fifth of November.

La fecha tiene por cara la máscara de Guy Fawkes, y por tanto de V de Vendetta, y por tanto de Anonymous, etc.

Pero para mí también es personalmente un día importante. Un 5 de noviembre apunté mi correo electrónico en una agenda, y de aquella cambió mi senda para siempre. También ahí hay un buen ramo de casualidades y de simbología, como si de alguna manera los astros se hubiesen alineado ese día...

La V -que se me presenta como entre la u ugráfica y la "ve baja aunque se alza"; entre la señal de resistencia y la de victoria; entre la broma viva y la vital vena seria- sigue ahí, como una clave que abre puertas y ventanas y hasta sueños en la playa, hacia la luna.

Larga vida a quien me hizo encontrar lo esencial, invisible a los ojos, y sin embargo ahí está.

Debería escribir kilómetros, hacer mapas, cuadros y relatos. Podría, ya que de aquel 5 de noviembre en adelante alguien me da el aire que ya no me falta. Gracias a la V, que me ha dado tanto...