2 jul 2021

30 millones de minutos

Este viernes sigo el hilo de lo comentado el viernes pasado. Medio millón de horas son 30 millones de minutos. Se cumplen al mismo tiempo. Equivalen. Y esta pasada verbena de Sant Joan, calculadora en mano, he alcanzado ambas cifras.

Supongo que puede ser considerado bastante friki el anotar o comentar y escribir sobre tales cifras. Al fin y al cabo parece que solamente los años nos sirven para representar el tiempo. Lo ordenado, en las cronologías históricas generalmente, mientras no se trate de cronologías concretas de semanas o quincenas o estaciones concretas, se ordena según sus años. Es la unidad estándar.

Así y todo, desde hace tiempo quiero escribir sobre otro baremo curioso. Desde que escuché esta canción, Mil Meses, de la que copio la letra...

Mil Meses ( Arnau Griso lyrics )
Comprar cosas que no quieres para el tiempo que no tienes, calculando lo que debes que la vida son mil meses, mil meses. Estoy mas cerca de tener un niño que de serlo, el primer curso es una planta y el segundo un perro. Los cactus se me han muerto de pena y en cambio crece musgo en mi bañera. Con cada primavera voy perdiendo la pureza, mi risa evoluciona hacia el sarcasmo. La vida debería terminar como empieza, con un orgasmo. Le he hecho una cobra a la vida adulta, he suspendido el carnet de persona, el karma me ha puesto una multa, piden demasiado a mis últimas neuronas. Le he hecho una cobra a la vida adulta, he suspendido el carnet de persona, no voy a aceptar mi derrota, el oro se hunde pero la mierda flota. Mis peores errores son mis galones señores, quemo mi plan de pensiones, no me gustan mayores, no quiero ser un viejoven. Nadie va a enseñarte a hacer una factura, hay que declarar el beneficio de la duda, No hay filosofía absurda, alguna fruta nunca madura. Si cierro los ojos no pasan los años conservo en formol mi belleza, sigo viviendo en la edad del pavo sin cabeza.


Mil meses son 83 años y pico. Más o menos la esperanza de vida en el llamado primer mundo.

Se trata de un baremo (por cierto, descubro que la palabra baremo viene de un señor Barrême y recuerdo que guarismo y algoritmo vienen del señor Al-Juarismi) bien distinto del habitual. Acostumbramos a contar por meses solamente durante los dos o máximo tres años de vida de los bebés. Pero más allá, todo vuelve a contarse por años o, poéticamente, por primaveras.

Cuarenta y ocho meses son una Olimpìada. Sesenta meses un lustro. Ciento veinte meses son una década. Estoy a pocos días de cumplir 685 meses. Por tanto hace ya unos cuantos que pasé al tercer tercio de los mil. Estoy pues en la tercera edad estricta, juas...

Continuará...

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