31 dic 2023

El paréntesis del 23

Mis blogs, espacios y cuentas, como si fueran otra cosa, se han ido desparramando y desintegrando en el frío infinito del algoritmo de lo poco rentable. Tras el año de la pandemia me monté aquel invento del heptablogging (#2021odlqs). Pero más allá de ese algo, el ritmo no cambió el abismo de silencio tras las redes. El 2022 fue el de mi mayor bajonazo. Achaques, quirófanos, más achaques, depresiones, vértigos, confusiones... Este año que acaba, en que no he ugrafíado aquí más que al cerrarlo, ha sido un paréntesis. Mejor salud, nuevos proyectos, optimismo, y en resumen eso... que mientras hay tinta, hay esperanza.