La protesta, sea grande o pequeña, notoria o tapada, será neutralizada el lunes con declaraciones de esas que guardan en conservaDesde luego la prensa no hizo ni caso del 14 de mayo. Pero la gente se organizó para repetir la sentada. En Madrid el 14 de mayo era víspera de lunes festivo también, y eso ayudó, sin duda, a que la sentada no quedara solamente en sentada. En Barcelona la primera se disgregó antes de anochecer pero la segunda y la tercera y la cuarta fueron forjando lo que finalmente llamaríamos V de Vivienda. Mucho de ello me hizo escribir bastante en el blog. De hecho durante años, cuando participaba en foros, en la firma colocaba mi enlace (aquí) al tag de vivienda en la página. La historia es mucho más larga. Llega en cierta forma hasta febrero o julio de 2009, según se mire. Y sigue luego con la huella de las PAH y con el 15M. De alguna manera el 14 de mayo de 2006 tuvo su 'día después' un día y cinco años más tarde con el 15M y sus etcéteras. Hoy me paro a recordar todo esto pues, como digo, fue un día clave para mí. A partir de aquella sentada me vi en un grupo de gente que considero me enseñaron mucho y que considero me importan mucho, también. No ha sido el 15 aniversario el momento para celebrarlo juntos, pero en dos patadas nos plantamos en 2026 y celebraremos por todo lo alto los 20 años de "aquella primera sentada". Espero. Sentado, eso sí, espero sentado. En la mesita de noche me sonríe un librito con una pregunta bien aguda: ¿Luchas o protestas? Y bien. De momento espero, ya digo. Pero desde aquel 14M yo quisiera no parar nunca, ni de luchar, ni de protestar.
14 may 2021
Aquella primera sentada
El 14 de mayo de 2006 era domingo. Lo recuerdo como si fuera ayer, pues es una fecha que, imprevisiblemente, se acabó convirtiendo en una fecha clave en mi vida. Fui a la plaza Catalunya para ver qué pasaba con la convocatoria de una Sentada por la Vivienda Digna. Unas cuantas semanas antes había empezado a moverse por muchas partes un correo anónimo que hablaba de cosas de entonces, como las protestas de los jóvenes en Francia y los botellones de los jóvenes al sur de los pirineos. Hablaba de la angustia que se sentía ante la constante subida del precio de la vivienda y la evidencia de estar atrapados en un círculo vicioso en que los rentistas se hacían cada vez más ricos y los esclavos cada vez más pobres. En aquellos tiempos, prehistóricos en cuanto a las redes sociales, lo más parecido a la espontaneidad de un movimiento se había dado con los 'pásalo' anti-PP de marzo de 2004. Estaba por ver si iba a llenarse la plaza.
La plaza se llenó, sin duda. Éramos mucha gente la interpelada, por distintos motivos, pero con un enemigo común que era el estado de las cosas -relacionadas con la vivienda, el derecho a ella y el reparto de la propiedad.
Un mes y dos días antes escribí Tres catorces y el pito del sereno, la primera de mis entradas sobre vivienda y sobre el movimiento por el derecho a vivienda en mi blog en la página de Javier. Me refería al 14 de abril del entonces 75 aniversario de la II República, al 14 de mayo de la Sentada y al 14 de junio en que algún campeonato internacional de fútbol lo iba a tapar todo de nuevo.
Dos días antes escribí Vivir sin vivienda en sí, mi segunda entrada al trapo del asunto. Ya me avanzaba ahí diciendo esto
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